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Esc.N°10 Juan Andrés de la Peña Distrito Escolar Nº 19 - C.A.B.A.

PALABRAS...

Un “País del no me acuerdo” forma ciudadanos olvidadizos. Ciudadanos que no tienen historia y es como si nacieran de nuevo, cada día.

En un “País del no me acuerdo” nadie sabe por qué pasa lo que pasa, qué es lo que lo pudo haber ocasionado, cuáles van a ser las consecuencias mañana.

En un “País del no me acuerdo” las personas no aprenden de la vida y entonces se vuelven a cometer errores viejos, se aceptan viejas mentiras.

Porque en un “País del no me acuerdo” las personas pierden la memoria y entonces se olvidan de que se conocían y entre ellos se mueven como extraños.

No se protegen ni saben defenderse. No pueden expresar sus opiniones libremente. Los derechos de los ciudadanos, también caen en el olvido.

El “País del no me acuerdo” es el lugar ideal para la desconfianza y el miedo y donde el silencio crece sin descanso.

Sólo con estas tres palabras: desconfianza, miedo y silencio, tenemos un magnífico “País del no me acuerdo”.

A veces (no tan seguido como sería bueno) los ciudadanos de ese país alcanzan a ver que detrás del humo del silencio y el miedo, suceden crímenes.

Entonces (y por suerte) más tarde o más temprano, ese país lucha por dejar de ser un “País del no me acuerdo”.

Hoy, hace 35 años, ocurrió en nuestro país un golpe de estado.

Se estableció un gobierno de militares con el que comenzó una etapa que llamaron de reorganización nacional. Un gobierno provisorio pero que vino para quedarse siete años.

En esos años el pueblo argentino fue víctima, ciega y silenciosa de un régimen represor que cometió crímenes a la humanidad: miles de personas desaparecieron y sus nombres de Ana, Miguel, Juan… , su historia pasada, su presente y su futuro, fueron reemplazados por las letras NN.

Surgió en nuestro país, un nuevo estado “ni vivo, ni muerto: desaparecido”.

Acá se empezó a escuchar la voz de las familias de Carlos, Andrea, Mario… Y otras voces se alzaron más tarde, aquí y en el mundo: la de pensadores, artistas, profesores…

En octubre de 1983 terminó esta etapa oscura de nuestra historia. La llamada etapa de reorganización nacional dejó autopistas, escuelas nuevas, viajes a Miami por dos, una deuda exterior y una deuda interior de miles de millones de dólares, la Guerra de Malvinas y sus combatientes olvidados, y nada menos que las heridas de 30.000 personas que no volvieron a aparecer, cientos de niños sin identidad y miles de familias destruidas.

Fue uno de los mejores ejemplos mundiales de la violación a los derechos humanos.

Nada que suceda en un país no trae sus consecuencias. Los argentinos no fuimos lo mismo que éramos antes del 24 de marzo de 1974.

Por eso hoy se conmemora el “Día de la Memoria por la verdad y la justicia”. Para que los que vivieron esa época, recuerden que es parte de nuestra historia y para que los chicos, que no la vivieron, la conozcan un poco y todos sintamos que formamos parte de un “País con memoria”.

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